martes, 22 de mayo de 2007

Disculpas por la tardanza

Esto del blog no se parece nada a lo que imaginaba. Resulta que no se hace solo...
Entre las tres mil cosas a hacer y a escribir durante la semana no contaba con esta, y resulta que pasa el tiempo y las entradas no aparecen solos, y algún amigo y algun lector se me cabrea, va a ser que uno se autoflagela y contrae una obligación, sobre todo consigo mismo. Bien; habrá que asumirla como un lío más en el que nos metemos por una suerte de gusto masoquista, ese no estar a gusto si realmente uno se lo está pasando bien. Ese no poder no hacer nada porque parece pecado.
Qué sé yo, sigamos adelante, pues, gracias a los que me habéis escrito y me habéis hecho notar tal desidia, pereza o impotencia ( en eso de que el tiempo no da para más, ¿eh?)
Pues eso, algo se me ocurrirá. ¡Si ni quiera sé meter imágenes! Un poco de comprensión, por el amor de Dios...

No hay comentarios: